La Penya Foradà, desde Alcalà de la Jovada

Hoy visitamos uno de los (a mi juicio) lugares más emblemáticos de la provincia de Alicante: la Penya Foradà o Foradada. Este singular hito paisajístico, escenario de una alineación solar dos veces al año, se suele asociar a la Vall de Gallinera, la cual domina desde las alturas.

Sin embargo, la aproximación más sencilla a este icónico enclave de los valles de interior de la Marina Alta, la encontramos ascendiendo desde Alcalà de la Jovada, uno de los dos núcleos de población (junto a Beniaia) que dan forma a la hermosa Vall d’Alcalà.

Esta es una ruta sencilla y con enormes atractivos… ¿te la vas a perder? Sigue leyendo!

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Resumen de la Ruta

Se trata de un recorrido muy sencillo, de unos 7 kilómetros de longitud y 180 metros de desnivel. Partimos del pueblo de Alcalà de la Jovada, para ascender hasta el cordal de la Serra Foradà, que delimita la Vall de Gallinera por su vertiente sur.

La Foradà es una sierra que, mientras hacia Gallinera se precipita en forma de vertiginosos cortados, hacia la Vall d’Alcalà desciende de una forma mucho más suave. Por aquí será por donde ascenderemos nosotros.

Fecha original de publicación en LinkAlicante: Octubre 2019

Descripción y Fotografías

Comenzamos nuestro recorrido en Alcalà de la Jovada, donde merece la pena dedicar unos minutos a visitar el pueblo, conociendo el Palacio de Al-Azraq, así como la fuente dedicada al caudillo árabe, principal opositor a la «reconquista» de estas tierras por parte de las tropas de Jaime I, durante el Siglo XIII.

Y aquí, un pequeño inciso: si te interesa este capítulo de nuestra historia, no dejes de leer la novela histórica «La Montaña Azul«, del escritor y fotógrafo Just I. Sellés.

Una ruta cargada de historia

Desde Alcalà de la Jovada, tomamos un camino asfaltado que nos conduce hasta el despoblado morisco de l’Atzuvieta, uno de los mejor conservados de la comarca (foto inferior).

Y aquí, otro inciso histórico: en 1.609, estas tierras fueron testigo de uno de los episodios más funestos de la historia valenciana: la expulsión de los moriscos. Un trágico acontecimiento en el que muchos de los hasta entonces habitantes de estas tierras, fueron víctima de robos, agresiones y finalmente la muerte. De los que sobrevivieron, en total más de 120.000 fueron expulsados, un tercio de la población total de Reino de Valencia.

Desde el despoblado, nos dirigimos ya por camino de tierra hasta un pequeño altiplano, situado a los pies del cordal de la Serra Foradà. Aquí encontramos algunos bancales de almendros, todavía trabajados hoy en día.

Entre estos bancales, tomamos una senda que, tras un leve ascenso, nos conduce hasta el cordal de la sierra. Es momento de sentarse, pues corremos el riesgo de sufrir el Síndrome de Stendhal ante la magnificencia del escenario que se despliega ante nosotros…

Una vez en el cordal de la sierra, solo nos resta seguir la senda que nos conduce hasta la Penya Foradà, ya bajo el poderoso influjo de este emblemático hito…

Y así, finalmente, alcanzamos el mágico arco de roca caliza: la Penya Foradá, que domina la Vall de Gallinera desde las alturas.

Una vez más, y a pesar de haber estado en no pocas ocasiones aquí arriba, vuelvo a maravillarme ante la imponente presencia de este lugar. La Foradà es, sin lugar a dudas, un sitio de poder. Aquí se respira una energía especial. Estamos en un lugar sagrado de la naturaleza, una catedral de roca donde a uno no le importaría venir a rendir culto cada domingo…

Mucho podría extenderme tratando de explicar las maravillosas vistas que se pueden contemplar desde aquí arriba. Pero, por mucho que tratara de ser preciso en mis palabras, estoy seguro de que me quedaría corto…

No, la Foradà hay que vivirla en primera persona. Así que… ¿a qué estás esperando?

Nos vemos en la próxima ruta!