El Castillo de la Atalaya (Villena), el bastión inexpugnable del valle del Vinalopó

Castillo de la Atalaya, Villena
Dominando Villena desde las alturas, el Castillo de la Atalaya se alza como un soberbio guardián de piedra, testimonio del poder que llegó a atesorar la ciudad en épocas pasadas.

Visitamos este conjunto patrimonial que se engloba dentro de la Ruta de los Castillos del Vinalopó, siendo probablemente la fortaleza más destacable de este itinerario histórico y cultura, el cual nos permite comprender la antigua frontera entre las coronas de Aragón y Castilla.

El Castillo de la Atalaya fue construido durante época Almohade (s. XII) y, a lo largo de la historia, ha sido testigo de relevantes acontecimientos históricos, no solo en torno a la población de Villena, sino en el contexto de todo el territorio valenciano. Y es que, hechos como el Tratado de Almizra (1244), han determinado el carácter y la idiosincrasia de la Villena actual.

Grafiti de la Edad Media en el castillo de Villena
Grafiti de la Edad Media en el castillo de Villena

Gracias a la excelente restauración y puesta en valor llevada a cabo en este conjunto patrimonial, la visita al Castillo de la Atalaya nos permite sumergirnos en el pasado y conocer algunos de los episodios más significativos de la historia valenciana.

¿Nos acompañas en esta interesante visita cultural en el interior de Alicante? ¡Vamos a conocer el Castillo de la Atalaya!

El Castillo de la Atalaya de Villena

El Castillo de la Atalaya de Villena debe su nombre al origen de este tipo de fortalezas: eran puntos de vigilancia que, desde las alturas, custodiaban las vías de comunicaciones y los territorios que les rendían vasallaje. En el caso de Villena, esta fortaleza dominaba el valle del Vinalopó, estratégico e histórico camino de acceso a la meseta

Castillo de la Atalaya, Villena
Castillo de la Atalaya, Villena

La fortaleza de Villena se asienta en la parte más alta de la actual población, culminando un pequeño cerro que no es sino una estribación de la cercana Sierra de la Villa, formación montañosa donde llegó a existir un primer castillo, el cual fue abandonado por la dificultad de su acceso. Hoy solo quedan las ruinas de esta primigenia fortificación.

Acceso al Castillo de la Atalaya
Acceso al Castillo de la Atalaya

El origen del Castillo de la Atalaya hemos de buscarlo en el siglo XII, en la época de dominación musulmana de la actual Comunitat Valenciana. Nos situamos en un contexto en el que los reinos cristianos avanzaban rápidamente hacia el sur, conquistando los territorios de Al-Ándalus con facilidad. Algo que fue posible por la falta de organización de los dispersos reinos de taifas.

Es entonces cuando llega el imperio Almohade, proveniente del actual Marruecos, construyendo y ampliando castillos como los del Vinalopó, con los que lograrían resistir el avance cristiano durante algunos años, antes de su definitiva derrota.

Un castillo inexpugnable

El Castillo de la Atalaya gozaba de un ingenioso sistema defensivo, compuesto por una doble muralla, el cual obligó a las tropas de Jaume I a realizar hasta tres asedios antes de poder tomarlo. Fue finalmente en 1240, gracias a poderosas máquinas de guerra, cuando el ejército formado por los caballeros de la Orden de Calatrava junto con mercenarios almogávares, lograron conquistar la plaza fuerte.

Ballesta en el Castillo de Villena
Recreación de una ballesta en el Castillo de Villena

Curiosamente, al tomar posesión de este castillo, Jaume I incumplía el reparto previo de los territorios entre las coronas de Castilla y Aragón. Cuatro años más tarde, en el tratado de Almizra, firmado muy cerca de Villena, la población y su castillo pasarían finalmente a manos castellanas, al quedar la frontera entre las coronas dibujada por la línea BiarBusot.

El castillo de la Atalaya pasó en poder al infante Manuel de Castilla, que fue nombrado señor de Villena, dominando unos territorios que se extendían desde Cartagena hasta la meseta. A su muerte pasaría a manos de su hijo, el insigne escritor don Juan Manuel, Príncipe de Villena.

Recreación del scriptorium de don Juan Manuel, Castillo de Villena
Recreación del scriptorium de don Juan Manuel, Castillo de Villena

En el siglo XV, la fortaleza estuvo bajo el mando de la poderosa familia Pacheco, Marqueses de Villena, quienes ampliaron la torre del homenaje añadiendo dos pisos. Además levantaron una segunda muralla alrededor de la primera.

En 1476, los Reyes Católicos conquistaron el castillo a los Pacheco después de un intenso asedio cuyos vestigios todavía se pueden apreciar hoy en día en los numerosos proyectiles de piedra que yacen apilados en el patio de armas.

También en épocas más modernas, la fortaleza  de Villena ha sido testigo de dramáticos asedios. Uno de los conflictos que más huella dejó en sus muros fue la Guerra de Sucesión (1707-1714). En aquel entonces, Villena, aliada del bando borbónico, permanecía defendida por 150 soldados franceses y algunos españoles, al mando del capitán de La Gossetete. Esta guarnición tuvo que hacer frente al duro asedio de las tropas austracistas efectuado del 17 al 24 de abril de 1707, que atacaron con varios cañones desde la salida a la puesta del sol. Los daños ocasionados son visibles hoy en día en la fachada de la torre del homenaje.

Peores consecuencias trajo para el castillo la Guerra de Independencia (1808-1814). En abril de 1813, durante la retirada del bando napoleónico, el mariscal Suchet dio la orden de volar la torre. En esa explosión se destruyeron parcialmente las espléndidas bóvedas almohades, hoy restauradas.

Bóvedas almohades en el Castillo de Villena
Bóvedas almohades en el Castillo de Villena

Torre del Homenaje

Torre del Homenaje, castillo de Villena
Torre del Homenaje, castillo de Villena

La Torre del Homenaje es la estructura de mayor relevancia del castillo de Villena. Sus treinta metros de altura y cuatro plantas interiores albergan las estancias principales de la fortaleza. Entre sus gruesos muros, de 3.75 metros de espesor, solía residir el señor en los periodos en los que visitaba la villa. También el alcaide del castillo contaba con aposento en esta construcción principal.

Al observar la torre podemos apreciar dos modelos constructivos distintos: mientras las dos primeras plantas se construyeron en el siglo XII, en época almohade, utilizando la técnica de tapial, las plantas tercera y cuarta se edificaron de mampostería en una ampliación ordenada por don Juan Pacheco a mediados del siglo XV. Rematan la torre ocho escaraguaitas que, sin carácter defensivo sino estético, siguen un estilo surgido a partir del siglo XV y que perduró hasta comienzos del XVI.

Visita al Castillo de Villena

Castillo de la Atalaya, Villena
Castillo de la Atalaya, Villena

Para disfrutar de una experiencia más inmersiva y comprender mejor la apasionante historia que rodea al Castillo de la Atalaya, recomendamos participar en las visitas guiadas que se realizan de forma regular en diferentes turnos, previa reserva.

Las entradas se pueden adquirir telemáticamente, aunque por lo general es suficiente con acudir presencialmente al centro de recepción de visitantes, que se ubica en la parte alta de la población, a escasos metros del castillo. Junto a esta instalación, que cuenta con baños e información turística, se dispone de espacio de aparcamiento y, si este estuviera completo, también es posible estacionar el vehículo en la explanada situada a los pies de la fortaleza, accediendo a través de la calle Libertad.

Castillo de la Atalaya, Villena

Horario de visitas

Mañanas: martes a domingo, festivos y lunes víspera de festivos. Abierto de 10:00 a 14:00 horas, visita libre. Visitas guiadas previa reserva a las: 10:30, 11:30 y 12:30.

Tardes: martes a sábados. Abierto de 16:00 a 18:00 horas con visita libre. Visita guiada previa reserva a las 16:30.

Cerrado: lunes todo el día y tardes de domingo y festivos.

Las visitas libres se permitirán hasta 13:20h y 17:20h.

Venta de entradas desde Tourist Info Castillo de Villena (junto a la fortaleza) y Tourist Info Villena (Plaza de Santiago).

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Buenas Prácticas

• Sigue siempre los senderos. Atajar daña el entorno.
• Respeta flora, fauna y entorno. Disfruta en Silencio.
• No dejes rastro de tu paso, tampoco restos orgánicos.
• Infórmate, Planifica y Equípate bien para disfrutar al máximo.
• Respeta el Patrimonio Cultural (ruinas, márgenes de piedra, etc).
• Respeta a otras personas y propiedades privadas.

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