Más allá de su benévolo clima y sus paradisíacas playas, lo cierto es que la provincia de Alicante atesora un patrimonio cultural digno de figurar en los planes vacacionales y de residentes en la Costa Blanca.
Uno de los principales exponentes de ese patrimonio cultural son los más de 100 castillos repartidos por toda la geografía alicantina, desde fortalezas costeras a inexpugnables castillos roqueros que desafían al vacío desde las alturas.
En este artículo viajamos al pasado para conocer algunas de estas legendarias fortificaciones. Pasa y ponte cómodx, porque iniciamos un recorrido por una apasionante historia de pactos, traiciones, asedios y cruentas batallas… ¡Visitamos los más imponentes castillos de Alicante!
Castillos de Alicante, cuando las piedras hablan
Alzándose sobre cerros y montañas, estos guardianes de piedra con siglos de historia son una invitación a perderte en un mundo que se entrelaza entre el presente y el pasado, entre lo real y lo fantástico. Alicante, aunque reconocida por sus idílicas playas y su luminoso clima, guarda en su corazón un patrimonio cultural que te fascinará. Cada castillo es único; todos ellos te aguardan para revelarte los secretos ocultos entre sus muros.
No estamos hablando solo de monumentos. Estamos hablando de símbolos de poder, de fortalezas que han resistido guerras, de refugios para reyes y reinas, de lugares que han contado las historias de los que vinieron antes que nosotros. En definitiva, estamos hablando de una parte imprescindible de la rica herencia cultural que Alicante tiene para ofrecerte.
Así que, te invito a dejar volar tu imaginación, a que sientas el eco de las legendarias batallas en cada piedra y a que descubras los susurros de la historia que se desvela en cada rincón de los castillos de Alicante. Ven, viajemos juntos a través de los siglos y desentrañemos el alma de nuestra tierra… ¿Estás preparadx para el viaje?
5 Castillos de Alicante obligatorios en tu lista
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1. Castillo de Santa Bárbara (Alicante)
El Castillo de Santa Bárbara, ubicado en la misma ciudad de Alicante y de origen musulmán, es uno de los más conocidos de toda la provincia. Su parte más alta, conocida como «El Macho del Castillo», se alza hasta los 165 metros de altura, constituyendo uno de los mejores miradores de la costa de Alicante.
En el perímetro del castillo se pueden observar tres recintos diferenciados. El primero de ellos y el más alto es el que conserva los restos más antiguos de la fortaleza. El segundo, por su parte, data del siglo XVI. Finalmente, el recinto más amplio, se llevó a cabo en el siglo XVIII.
Esta importante fortaleza forma parte de la conocida como ruta de Castillos de la Llave del Reino, perfecta para recrear los tiempos de dominio sobre el Mar Mediterráneo.
2. Castillo de la Atalaya (Villena)
El Castillo de la Atalaya destaca como uno de los monumentos más importantes de la ciudad de Villena gracias a su excelente estado de conservación. Esta imponente fortaleza se levantó en el siglo XII, en la época de dominación islámica, y pasó a manos de los cristianos en 1240, con la conquista a manos de Jaume I.
La torre del homenaje, de cuatro plantas, es su estructura principal. Las dos primeras plantas son de origen árabe y en ellas se pueden ver elementos arquitectónicos como los arcos entrecruzados, claves en el arte de la época. Las dos últimas plantas son de la época cristiana y las levantó el segundo Marqués Don Juan Pacheco.
Desde 1931, cuenta con la declaración de Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural (BIC). Esta magnífica fortaleza de la provincia de Alicante forma parte de la ruta de los Castillos del Vinalopó, un recorrido a lo largo del Valle del Vinalopó para descubrir grandes monumentos de nuestra historia.
Más info Castillo de la Atalaya >>
3. Castillo de San José (Guadalest)
En el bello pueblo de El Castell de Guadalest —reconocido como uno de los más bonitos de España— encontrarás el Castillo de San José. Ubicado en una escarpada peña, en la parte más alta del pueblo, domina todo el valle desde su estratégica ubicación.
Concebido originalmente como una fortaleza almohade en el siglo XI, ha sido testigo de innumerables conflictos, siendo uno de los puntos estratégicos durante la Reconquista en el siglo XIII, hasta que en 1248, bajo el reinado de Jaime I de Aragón, fue definitivamente conquistado por las tropas cristianas.
La fortaleza de San José la forma parte de la ruta de los Castillos de la Frontera del Miedo, que hace un recorrido por aquellos monumentos levantados, entre otros factores, por el miedo a los corsarios de la época. Sin duda, es uno de los imprescindibles que ver en Guadalest.
4. Castillo de Dénia
El imponente Castillo de Dénia se alza con orgullo en lo alto de un cerro, dominando el paisaje urbano de esta encantadora localidad costera, capital de la comarca de la Marina Alta. Su origen se remonta a la época romana, aunque la mayoría de las estructuras que se conservan hoy en día en el castillo datan de la época musulmana, entre los siglos XI y XII.
Este castillo fue un importante baluarte durante la dominación musulmana de la Península Ibérica y, en su apogeo, fue considerado una de las fortalezas más poderosas de la costa levantina. A lo largo de los siglos ha vivido numerosos cambios y reformas, desde su uso como residencia del gobernador musulmán en el siglo XI, hasta convertirse en un palacio ducal en el siglo XVI, cuando la ciudad estaba bajo la jurisdicción del Ducado de Lerma.
El Castillo de Denia es un crisol de culturas y épocas que nos permite viajar a través del tiempo. Las magníficas vistas panorámicas del mar Mediterráneo y de la ciudad de Dénia que ofrece el castillo, junto con su rica historia, lo convierten en una visita imprescindible para cualquier persona que quiera profundizar en el patrimonio cultural de la provincia.
En este caso, la fortaleza forma parte de la ruta de los Castillos de la Frontera del Miedo y es uno de los lugares imprescindibles que ver en Dénia.
5. Castillo de Castalla
El Castillo de Castalla, erigido en el siglo XI durante la época de dominación musulmana, se yergue sobre el cerro de la localidad alicantina del mismo nombre, dibujando un paisaje histórico único.
Este bastión medieval se ha ido transformando a lo largo de los siglos. Sus robustos muros, perfectamente adaptados a la orografía, encierran un patio de armas y vestigios de diversas dependencias, incluyendo un gran aljibe musulmán originario del siglo XI. El Palacio, residencia señorial, joya arquitectónica de los siglos XIV-XV, y la imponente Torre Grossa, levantada en el siglo XVI para vigilar las incursiones de piratas berberiscos, son sus elementos más destacados.
Como el castillo de Villena, el de Sax o el de Petrer, forma parte de la ruta de los Castillos del Vinalopó, que echa una mirada atrás en la historia a través de imponentes fortificaciones y lugares emblemáticos dentro del valle, eje de comunicaciones destacado en la geografía alicantina.
Enlaces de Interés
✓ Ruta de los Castillos del Vinalopó
✓ Castillos de la Costa Blanca