En la cara sur de la Sierra de Bèrnia, custodiando el paso natural entre las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa, se alza el Fort de Bèrnia, una de las construcciones defensivas más singulares del patrimonio cultural de las montañas de Alicante.
Este baluarte renacentista fue mandado construir en 1562 por orden de Felipe II y diseñado por el ingeniero italiano Giovanni Battista Antonelli, uno de los grandes especialistas en arquitectura militar del siglo XVI.
Dentro del término municipal de Callosa d’En Sarrià, el Fort de Bèrnia se sitúa a unos 800 metros de altitud, sobre una estratégica planicie —El Pla del Fort— desde la que se controlan visualmente la Bahía de Altea y Coll de Xaló, uno de los principales pasos de la sierra hacia el interior.
Declarado BIC en 1997, aunque hoy aparece en estado de ruina, su planta estrellada, los restos de murallas y baluartes y su potente ubicación permiten imaginar la importancia que tuvo en su época.
El Fort de Bèrnia es, sin duda, una joya del patrimonio histórico integrada en uno de los paisajes de montaña más emblemáticos de Alicante, y una visita casi obligada para quienes recorren «la sierra de los bandoleros».
Apunte sobre la historia del Fort de Bèrnia

La construcción del Fort de Bèrnia se enmarca en el complejo contexto político y social del siglo XVI. Mandado edificar en 1562 por orden de Felipe II y proyectado por el ingeniero italiano Giovanni Battista Antonelli, su función principal era el control estratégico del territorio y de la costa, especialmente tras la rebelión de las Germanías y en un área montañosa con una importante población morisca.
El fuerte respondía a los criterios de la arquitectura militar renacentista, con una traza adaptada a la artillería y al relieve de la sierra. Desde su emplazamiento se dominaban visualmente los pasos naturales entre la Marina Alta y la Marina Baixa, así como una buena porción del litoral, lo que lo convertía en un enclave clave para la vigilancia y el control.

Sin embargo, el Fort de Bèrnia tuvo una vida sorprendentemente breve. El desmantelamiento se ordenó en 1612, ya durante el reinado de Felipe III, apenas cincuenta años después de su construcción. Tras la expulsión de los moriscos en 1609, la fortaleza perdió su función estratégica, y a ello se sumaron las enormes dificultades de abastecimiento de agua y víveres, así como el elevado coste de mantenimiento en un entorno tan aislado.
Finalmente, el fuerte fue abandonado y parcialmente desmantelado, reutilizándose algunos de sus materiales. Hoy, sus ruinas permanecen como un valioso testimonio histórico y el ejemplo más singulare de arquitectura militar renacentista en las montañas de Alicante.
Declaración como BIC y Mantenimiento

El Fort de Bèrnia está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde el 23 de junio de 1997, con la categoría de monumento o fortaleza dentro del patrimonio histórico español. (Ayto. Callosa)
Esto significa que está incluido en el Registro de Bienes de Interés Cultural y goza de protección especial por su valor histórico, arquitectónico y cultural, lo que ampara tanto su conservación como las actuaciones que se llevan a cabo para su mantenimiento y puesta en valor.
Recuerda: está prohibido subirse a los arcos del Fuerte, así como realizar cualquier actuación que pueda dañar su integridad.
En los últimos años el Fort de Bèrnia ha sido objeto de actuaciones de mantenimiento y consolidación impulsadas por el Ayuntamiento de Callosa d’en Sarrià con apoyo económico de la Diputación de Alicante y en el marco de su declaración como Bien de Interés Cultural.
Desde 2022 se han llevado a cabo primeras fases de intervención para frenar el deterioro de sus estructuras y reforzar elementos clave del fuerte, con especial atención a la conservación de muros y aljibes y a la mejora del acceso y la señalización, además de eventos divulgativos como charlas y exposiciones sobre su historia y restauración que conectan al visitante con la importancia patrimonial del enclave.
La Font del Fort, fuente de agua potable

A muy poca distancia del fuerte se encuentra la Font del Fort, una pequeña surgencia situada en un rellano o balcón natural, apenas unos metros por debajo del recinto amurallado. Junto a la fuente se conserva un canal de piedra a modo de abrevadero, sencillo pero muy evocador, que nos recuerda la importancia vital del agua en un enclave tan aislado y elevado.
Este pequeño rincón, discreto y poco conocido, añade aún más interés a la visita al Fort de Bèrnia y ayuda a comprender mejor las duras condiciones de vida en este estratégico punto de la sierra.
Rutas habituales para llegar al Fort de Bèrnia
El Fort de Bèrnia es un punto de paso habitual en varias rutas de la sierra, especialmente en la vertiente sur. Estas son las opciones más conocidas y recomendables para visitarlo:
✔ Desde Cases de Bèrnia por el PR-CV 7
Es la opción más popular y completa. Forma parte de la conocida ruta circular de la Sierra de Bèrnia (PR-CV 7), que pasa también por el Forat de Bèrnia. Desde Cases de Bèrnia se asciende de forma progresiva hasta el fuerte, pudiendo realizar:
- Una ida y vuelta hasta el Fort de Bèrnia.
- O bien continuar con la ruta circular completa, una de las más emblemáticas de la provincia.
Esta opción combina perfectamente paisaje, patrimonio y senderismo clásico.
✔ Desde Les Fonts de l’Algar (Callosa d’en Sarrià) por el PR-CV 48
Otra alternativa muy interesante es la subida desde Les Fonts de l’Algar, en la vertiente occidental de la sierra. Se trata del sendero PR-CV 48, conocido como «Camí del Fort». Es una ruta más exigente físicamente, con mayor desnivel (unos 660 m.), pero también muy agradecida en cuanto a vistas y ambiente montañero. Permite enlazar el Fort de Bèrnia con otros itinerarios ya conocidos de la sierra.
✔ Desde la Font del Runar (vertiente sur)
Existe una tercera opción, más corta y directa, desde las inmediaciones de la Font del Runar, en la vertiente sur. Es la ruta más rápida para alcanzar el fuerte, aunque menos frecuentada y con menor interés paisajístico global. Puede ser útil para una visita concreta al fuerte, siempre con respeto al entorno y valorando el estado de los senderos.
Un enclave patrimonial en plena montaña alicantina
Más allá de las rutas, visitar el Fort de Bèrnia es una experiencia inolvidable que combina historia, paisaje y montaña. Desde sus ruinas se obtienen amplias vistas sobre la Marina Baixa, entendiendo perfectamente por qué este lugar fue elegido como punto estratégico.
El respeto por el entorno y por los restos arquitectónicos es fundamental. Aunque el fuerte se encuentra en ruinas, su valor cultural y paisajístico es enorme, y forma parte de la identidad histórica de la Sierra de Bèrnia.

